Acurrucados en un saco de dormir en el suelo, duro y que se te clava en la pelvis, con un frío insoportalbe que sólo notas por el pelo y la cara, porque el interior del saco se mantiene caliente y te giras mientras notas su respiración y su brazo rodeando tu cintura, mirándole a los ojos y le dices que le quieres, con una mirada intensa como si pudiera ver lo que hay más allá de tus ojos, como si supieras lo que piensa y, en el fondo lo sabes pero, no dices nada.
Lo mejor es que te despiertes y siga a tu lado con un sueño profundo y que te acerques, más aún, y le despiertes entre besos y susurros con una sonrisa en la cara y toda una vida por delante para difrutarla con momentos como esos.
gracias gracias gracias!
ResponderEliminarquién te lo recomendó?
me alegra que te guste :)
el tuyo tiene buena pinta, bienvenida