FIRST

Que me seduzca, que me llene de cariño pero sin ser un moñas, que me arrope cuando tengo frío y que me de calor cuando ya esté caliente. Sigo, y luego ffffffffff me enciendo el ***** y la habitación se inunda de algo más denso que el simple humo de un cigarro, pienso y siento algo parecido a una de esas pinochas del parque de ahí enfrente cuando te sientas en el suelo y te pincha, ¡cómo lo odio! Y me viene a la mente las oportunidades perdidas, las desaprovechadas, las que aún están por llegar…

Llegar a una cala a las 6:30 y ver el atardecer de un sol que nunca se apaga, pero que se esconde. Paro y, fffffff lento pero profundo y, no es el segundo, sino el cuarto. Lenta, lenta pero constante, disfrutándolo. Apagar la luz de la habitación y dormirme pensando en qué voy a hacer contigo, una pequeña brisa con olor a algo desaparecido me mueve el pelo que deja ver mis ojos y me revuelvo entre las sábanas.

Un dedo que, inocente, se desliza por tu espalda con un tacto parecido a la seda pero que, a su vez, nada tiene que ver con esta, una sensación que provoca tu libido y calma tu tensión ¿lo notas? o, como cuando tienes frío y te hacen cosquillitas por la nuca entrelazando los dedos por el pelo y luego te muerden la oreja. Llegar a tu casa en un estado que es de otra dimensión, darse cuenta de que no hay nadie y, tirarte en la cama mientras te dejas llevar cerrando los párpados por su propio peso e inundar tu mente de ese sueño que tratará de lo que te gustaría haber hecho en esa cama cuando no hay nadie. Primero...primero, tendrás que conocerme.