"Se tú e intenta ser feliz pero, ante todo, se tú", Dad.

lunes, 3 de enero de 2011

La Real Academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder. Y define improbable como algo inverosímil que no se funda en una razón prudente. Puestos a escoger,
a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la épica. Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió. Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió. Que España ganara el mundial era improbable, pero también sucedió. Nadal desbancando del número uno a Federer, una periodista convertida en princesa, el 12-1 contra Malta, el amor, las relaciones, los sentimientos, no se fundan en una razón prudente; por eso no me gusta hablar de cosas imposibles sino de cosas improbables.Por que lo improbable es por definicion probable, lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar.

Mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.


Las cosas son lo que uno quiere que sean, tú mueves los hilos para llegar a ello. Yo no soy de las que suspiran por nadie. No me da miedo la oscuridad si nadie grita. Sé lo que quiero ahora pero quizás mañana se me antoje otra cosa, lo malo es que como alguna vez me ha dicho mi abuela "los antojos crean adicciones" y todavía no caigo en la tentación. Nunca digas nunca pues siempre hay una primera vez para todo o, mejor dicho, para casi todo. Mi paracaídas no se abre hasta que esté en el aire. Hay que subir bien arriba. Yo me tiro. Tú primero. 

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