Las ocasiones especiales las creamos nosotros, somos dueños de nuestros actos, nuestras decisiones, pensamientos algunos y nuestros deseos. Es un camino muy largo y difícil en el que cada vez tengo menos acompañantes, como una partida de ajedrez, empiezas con todas las piezas: torres, peones, la reina, todo, pero conforme avanzas vas perdiendo a aquellos que no han podido seguir tu ritmo, a los que pueden que no te dieras cuenta que no eran importantes en tu tablero, pero sólo si estas en el bando ganador y, creo que sí, sigues firme con tus convicciones, objetivos y valores. Sé que no estoy sola, pero no lo noto, sé que siempre hay alguien a mi lado, pero no le veo, es como si mi espacio vital fuera cada vez más grande y con ello alejase a todo el mundo de mi lado, pero no sé como lo hago ni si soy yo o son los demás, es más diría que pienso así porque no soy persona de un sólo amigo, si de un amigo de los de verdad pero, por qué no tener todos los que puedas? y disfrutar de ellos y con ellos de manera distinta. No sé, no sé nada ni de nadie, si es aquí o allí, si 5 euros son caro o barato, si existe la preocupación por los demás, pero la desinteresada no la otra, si en realidad estoy sola, acompañada o en familia, si queda gente que devuelve los favores, si hay amistad en los amigos...