Es cuestión de saber elegir

¿De verdad es tan difícil? Guiarte por tus pensamientos, digo, eres tú el que eliges como amar a una persona, la gente que te rodea, conservar un buen amigo y ganar otros, tener más que claro tu escala de valores y respetarla, sin dejarte influenciar... y, ¿qué más da lo que hagan los demás? tú eres tú, tú decides querer o no querer, está en tus manos, sin chiquilladas ni juegos infantiles que en mi vida ya los dejé atrás. Madurar, por favor, madurar, para no tener que dar explicaciones de todo a todos, vivir tranquilamente sin problemas absurdos y rebuscados, sin compromisos. Yo elijo, pero no egoístamente, no chafo a nadie para llegar a mi objetivo, respeto, ayudo y considero a los demás, es algo natural para mí. Disfrutar del que tienes al lado, indagar en el y conocerlo, pero no así, con prejuicios que pasan de largo respecto a tí, sin conocer, sin saber, sin otorgar la oportunidad de defenderse. Enredar lo enredado y, hacer daño. Algo así como si cada vez que abrieras la boca te dieran un punto de sutura en los labios, para que aprendas que si no tienes algo coherente que decir, mejor ni hables, limítate a escuchar, observar y aprehender y luego, sólo después, podrás decir algo que no te contradiga a ti mismo y defender tu verdad sin que te pisen la cola. La amistad es algo demasiado importante como para colgarlo de un hilo y esperar a que se caiga por la erosión, debes cuidarlo, conservarlo bien atado y hacer dobles nudos, de lo contrario, no puedes pretender ser importante en la vida de alguien. No entiendo esas sandeces, miradas desafiantes ni comentarios inoportunos, dejar de ser niños de hormonas revolucionadas y convertiros en personas.

Para D. y E.